20 jul 2015

La más valiente de todas

Tengo una amiga que es la más valiente de todas. Ha sabido reconstruir su vida una y otra vez. Se fue a viajar sola por el mundo por casi un año. Ha tenido cincuenta trabajos distintos, todos entretes, todos extraordinarios, y en todos ha sido seca.

Tengo una amiga que es la más valiente de todas porque ama y perdona sin preguntas. Ríe y llora sin temores. Es como si el amor fuera el único camino que conoce. Como si el rencor se hubiera muerto hace años y el fantasma de él no quisiera siquiera acercarse a ella. Debe ser porque es la más valiente de todas.

Mi amiga, además de valentía, lleva en los hombros diez historias tristes, cien consejos calmos, mil tips de cocina, un millón de palabras suaves. Lleva una mochila pesada, pero sabe muy bien cómo llevarla. Es que parece que además es la más fuerte de todas.

Yo creo que ella es la más valiente de todas porque nunca está sola. Nos lleva a nosotras en las manos, a sus hermanos en el pecho, a su Simón en el alma, a su madre en la sonrisa. Nadie quiere alejarse de ella, y ella tampoco nos deja.

Tengo una amiga que es la más valiente de todas. Me gustaría tanto parecerme a ella.



10 jul 2015

Nadie sabe

Nadie sabe de ti y de mí. De que somos un nosotros.

Nadie sabe de nuestro lenguaje secreto, de lo mucho que conversamos, o mejor dicho, de lo mucho que te converso yo. Que lo pasamos tan bien juntas, aunque seamos tan distintas, que hemos aprendido a querernos a pesar de nuestras distintas tradiciones, de nuestros idiomas diferentes, de nuestros gustos de comida tan opuestos.

Nadie sabe que muchas veces lloro al lado tuyo, porque sabes acompañarme en silencio, porque sabes decir nada mejor que todos los demás.

Nadie sabe que a veces es al revés: que me despierto yo en la noche y te escucho llorar, y se me estruja el corazón imaginando que estás sufriendo.

Nadie sabe lo mucho que me río por tu culpa; o que a veces me quedo mirándote y tu carita perfecta me hace acordarme de que existe Dios. Nadie sabe tu lugar favorito de la casa o la forma en que pones las manos cuando quieres dormir. Que te encanta mirar por la ventana y gritarle a los bichos que te vienen a molestar. Tu fascinación por el agua, la manera en que subes la escalera o el rincón que te gusta para jugar a la escondida. Nadie sabe todo eso. Tú no se lo cuentas a nadie.

Nadie sabe lo mucho que me quieres, lo mucho que me necesitas, lo mucho que me buscas. Solamente yo. Y a veces me creo la muerte por eso.

Nadie sabe de ti y de mí, solo tú y yo. Y a veces pareciera que ni tú sabes de ti. No, eso es mentira, eso es lo que la gente quiere creer. Que tú no te sabes y que por ende no me sabes a mí, pero sí. Tú nos sabes a las dos.

Cuando uno tiene una mascota, nadie más que ella y uno sabe lo que ella y uno son.


Janiamjoum!