15 jun 2014

Papito

Papito, papá,
agáchate un poquito
que te quiero abrazar.

Hoy es tu día
y te quiero desear
que las herramientas del Homecenter sean todas tuyas, papá.

Que haya fútbol a diario
y no puedan parar
de meter los goles en el arco, papá.

Que el carbón no se apague
y haya carne y choripán,
que el asado dure y dure, para siempre, papá.

Que camino a la oficina
no te cobren el TAG
y que no hagan taco los micreros, papá.

Ojalá que los Beatles
se vuelvan a juntar
y en su gira por el mundo canten contigo, papá.

Que mañana lo declaren
día para siestar
y que tú ronques y ronques después de almuerzo, papá.

Ojalá esta semana sea de puro jugar
y en la tarde, coqueta,
te dé un besito la mamá.

Papito, papá,
agáchate un poquito,
que te quiero admirar.


3 jun 2014

Des-pedir(se)

Me he dado cuenta de que despedirme es una de las cosas que más hago en la vida. O tal vez no lo hago más que el común de la gente, pero sí me afecta más. Igual que Soko, genero lazos estrechos rápidamente; quiero, amo y extraño con facilidad; todo es muy importante para mí. La vida es muy importante para mí.

Aunque pensándolo bien, igual sí creo que me ha tocado más que a los demás. He tenido la posibilidad de viajar harto, y claro, con mi nivel de intensidad, el hallar afectos en todas partes del mundo se me hace demasiado natural. Además he tenido la suerte extraña (para no calificarla de mala o buena) de que he estado al borde de amar a hombres que justo emprenden el vuelo lejos y por tiempos casi indefinidos. Así como David, el scientist guy de Phoebe. Qué mierda esa historia.

También tuve que despedirme del hombre más importante de mi vida sin tener siquiera conciencia. De hecho la despedida y el echarlo de menos solo sucedieron ahora de grande. Nunca me di cuenta de lo que no tenía hasta que vi lo que otros (otras, más específicamente) tenían. Caminar hacia el altar del brazo del papá debe ser uno de los momentos más emocionantes de la vida.

Y, bueno, también trato de no ser tan egoísta. Y sé que hay personas que me encantaría tener para siempre en mi vida, pero que están mejor alejados de mí. Otros que simplemente no tienen tanto interés en mantener el lazo. Así que ahí hay otra fuente de despedidas.

Des-pedir(se) es raro. Es casi una ecuación. Yendo a la minucia de las unidades que componen la palabra, es como "devolver lo pedido". Y calza. Es decir algo como "gracias por todo esto, que disfruté tanto, que tuve en mis manos, pero es hora de que te lo lleves. Te lo devuelvo. Ya no te lo pido".

¿Pero cómo se hace para dejar de pedir algo que uno tiene tantas ganas de tener?




Janiamjoum!