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14 ene 2014

LIBROS | El nuevo humanismo


En El nuevo humanismo y las fronteras de la ciencia, John Brockman reúne varios escritos de diversos científicos reconocidos que buscan integrar las ciencias y las humanidades. Entre ellos están el sequísimo Steven Pinker (psicólogo y lingüista), David Deutsch (físico), Jared Diamond (geógrafo) y Richard Wrangham (primatólogo), y cuenta con una introducción increíble de Salvador Pániker, nada menos que ingeniero y filósofo.

Como trata tantos temas, es difícil de resumir, así que decidí citar algunos de los fragmentos que me parecen más interesantes. Se los comparto, vale la pena leer el libro completo:
Sucede que en nuestro propio mundo presidido por la mecánica cuántica, la naturaleza, cuando no es observada, incluye todas las situaciones posibles -una partícula no es más que una onda de probabilidad-, y sólo cuando realizamos una observación experimental, la naturaleza elige una posibilidad. (Salvador Pániker)
Lo que ocurre es que el mismo lenguaje, que sólo puede concebir lo infinito como una negación (a-peiron, an-anta, in-finitum, un-endlich, etc.) nos induce a creer que lo incomprensible es lo infinito, cuando en rigor es lo contrario: lo que no se entiende es lo finito. La gratuidad absoluta de las cosas limitadas. (Salvador Pániker)
Las sociedades cazadoras-recolectoras tienden a ser igualitarias y a no tener ningún tipo de organización política de nivel superior al del grupo o la tribu, mientras que el almacenamiento de los excedentes de comida resultantes de la agricultura favorece la creación de sociedades estratificadas, políticamente centralizadas y gobernadas por una elite. (Jared Diamond)
Sabemos de tan sólo dos clases de mamíferos cuyos machos viven en grupos de machos emparentados entre sí, y ocasionalmente atacan a individuos o grupos vecinos con tal brutalidad que llegan a matarlos. Estas dos clases de mamíferos son los seres humanos y los chimpancés. Esto es extraño y exige una explicación. (Richard Wrangman)
Brockman, J. (2007). El nuevo humanismo y las fronteras de la ciencia. Barcelona: Kairós. 



Pueden conocer más del libro aquí y comprarlo aquí.

14 dic 2013

Tanto sostén quemado en vano (o 10 preguntas que me surgen de 50 sombras de Grey)


Una de mi mejores amigas me regaló Cincuenta sombras de Grey para mi cumpleaños N°30. Siempre he sido la Charlotte de mi grupo (y eso al parecer es preocupante), y de hecho otra buena amiga (que por cierto es defensora del libro) lo primero que me dijo fue que tenía que leerlo, porque la protagonista le recordaba mucho a mí. Y, bueno, el tema en algún momento fue obligado en cualquier instancia social, algo así como el dónde estabai pal terremoto el 2010 o cachaste que la Michelle se gorreó a Joche el 2011.

Así que, una, queriendo ser obediente y parte activa de la sociedad, lo leyó.

¿Qué pasó, chiquillas? ¿Por qué nos volvimos tan locas con un libro que, no solo está harto mal escrito, sino que además realmente no aporta nada? ¿Qué pasó con eso de que las mujeres no somos el sexo débil, que el hombre no nos domina, que somos seres pensantes y críticos? Que quede claro, desde ya, que esto no tiene nada que ver con el sadomasoquismo (¡que cada uno haga lo que quiera en su cama!) porque, claro, parte de la liberación femenina era precisamente asumir y aceptar -y que los hombres asumieran y aceptaran- que las mujeres también pueden disfrutar libremente de su sexualidad. Mi problema es con la absoluta obnubilación de ella -torpe, insegura, introvertida- que la hace hacer todo lo que él -mino, millonario, misterioso- decida. No es que ella firme un contrato para ser la sometida en la cama, sino también en toda su vida: entrena 5 veces a la semana, ponte esta ropa, come lo que yo digo.

Para mí, sinceramente, es la historia de una relación abusiva disfrazada de porno disfrazado de literatura (por tener 541 páginas se ganó el título de novela, y de novela profunda, ¿no?). Y no tengo nada en contra del porno, salvo cuando lo hacen pasar por literatura. Y sí tengo mucho en contra de las relaciones abusivas, y más aún cuando la venden como literatura pro-liberación-sexual-femenina (pero, weona, léetelo, no seai cartutcha). ¿Realmente una mujer está siendo más libre al ser la esclava sexual de un hombre porque es irresistiblemente mino, misterioso y millonario? ¿De verdad por leer un libro en que un hombre controla el trabajo, los amigos y el tiempo de una mujer estamos siendo modernas y liberales? ¿Hay algo peor que la dominación que dice estar liberando al dominado?

Hace años que los hombres andan alegando que cuando son buenos, las mujeres los friendzoneamos. Que a las mujeres nos gustan los weones que nos tratan mal, que no son honestos, que nos usan y nos dejan botadas cuando quieren. Siempre me ha apestado eso, porque no poh, no todas las mujeres somos iguales. Entonces llega este libro y de un suácate les vuelve a demostrar a los hombres que cuando nos latiguean (más metafórica que literalmente incluso), ahí estamos nosotras, como un perrito faldero, aceptando estupideces, complaciendo al estúpido y, pa peor, recomendándoselo a nuestras amigas. Así como cuando el Chispa se puso a pololear con la Claudia Schmidt. Un gallo feo, antipático, violento y prepotente. Con polola. Con una polola como la Claudia Schmidt. Ese tipo de cosas hacen que me den un poco de ganas de devolver mi derecho a voto.

Chiquillas, sinceramente, ¿todos esos sostenes se quemaron en vano? ¿Vamos a seguir eligiendo gallos manipuladores, abusivos, posesivos? ¿A la primera asomada de un loco con plata y minura, aunque nos haga sentir incómodas y humilladas, se nos corta el elástico de los calzones y no somos capaces de valorarnos nunca más? Mi humilde sugerencia es: permítase que se le corte el elástico del calzón cuando lo vea, haga todas las cosas que quiera con él, pero cuando se vaya devuelta pa su casa, que sea usted quien elija qué come, en qué trabaja, con quién conversa, y sobre todo, a quién ama.



*Esto no es una crítica a mis lindas amigas que, con toda la mejor intención, quisieron que leyera el libro =) Yo sé que me quieren, incluso a pesar de ser torpe, insegura, introvertida.


8 abr 2013

LIBROS | Ciudad capital


Contar números es bastante fácil. Contar historias, no tanto. Esteban Escalona, de profesión contador, es capaz de hacer ambas, y a través de su libro Ciudad capital nos hace partícipes de la vida de los personajes más olvidados de la ciudad y que comparten la (des)gracia de ser parte de las grandes urbes.

En apenas 85 páginas, el autor da un paseo tan vertiginoso como intenso, en el que se conjugan la rutina, la muerte, el sexo y la injusticia en escenarios muy diversos como andamios y plazas, una cafetería y una montaña, la penitenciaría y la oficina. El uso de un vocabulario tan chileno y de situaciones comunes a todos, hace imposible no involucrarse en cada uno de los diez relatos breves que componen el libro. La extrema sencillez de las historias, en este caso, es precisamente lo que las hace interesantes.


Pueden hojearlo aquí y comprarlo en la propia editorial Chancacazo o en BuscaLibre.


26 mar 2013

LIBROS | Jíbaro



Hugo Forno escribe a trozos. Tal como la vida misma, por momentos. Así, cada uno de los 65 cuentos que componen Jíbaro, su segundo libro publicado y del cual tuve la suerte de ser editora, nos muestra una realidad absoluta en apenas algunas decenas de palabras. Ésa es su mayor virtud: generar mundos enteros mediante fragmentos y llevarnos a lo más profundo del pensamiento de una niña inocente, de las obsesiones de un pescador deportivo, de los dolores de una nana peruana, de la desgracia de un padre a punto de morir, todo de la manera más directa posible. De ahí el nombre. Tal como los indígenas shuaras, Forno toma una existencia entera, repleta de tradiciones, de creencias, de batallas, de pasado y futuro, y las reduce a un solo pequeño elemento. 

Su obra es original, seductora, de una extraña frescura densa que atrapa todos los sentidos y de la que, a momentos, parece imposible zafarse. Sus personajes son de una autenticidad casi ridícula; es como si Forno estuviese en todas partes en todo momento, registrando cada paso de cada ser. En pocas palabras, como él lo haría: hay que leerlo.


Pueden hojear este librísimo aquí o comprarlo directamente en la editorial Chancacazo o en la librería Antártica.




23 ene 2013

LIBROS | Cuatro libros para entender a un vegetariano

A quienes tienen el bichito de hacerse vegetarianos (o la dificultad para entender esa decisión), puedo recomendarles 4 libros para empezar a conocer  el negocio ganadero, pesquero y de animales en general, la manera en que se trata a los animales y cómo esto está relacionado no sólo con los animales en sí, sino también con la economía, la ecología, la salud y, por sobre todo, los derechos de todos los seres vivos.
*Haciendo click en cada título pueden ver un extracto del libro en Amazon.

1. Fast Food Nation. Este fue el primer libro que, si bien no se dedica a tratar el tema del vegetarianismo, me hizo considerarlo como una opción de vida. Da a conocer muchos detalles bastante espantosos sobre la manera en que se trata a los animales, pero también sobre cómo la industria de la comida rápida cuenta con un poder social, económico y político mucho mayor del que siquiera imaginamos.


2. Eating Animals. Tengo que reconocer que este libro me hizo llorar. Y no una, sino varias veces. Es muy gráfico, y de una manera dolorosamente sencilla, muestra cómo nacen, viven y mueren los animales que comemos, y las consecuencias sociales, económicas, ecológicas y sanitarias que esto conlleva. El objetivo inicial del autor era conocer de dónde provenía la comida que ponía en su plato diariamente, pues su mujer estaba esperando un hijo y quería asegurarse de estar preparado para darle lo mejor. Ante la negativa constante de varias empresas del rubro de abrir sus puertas a un cliente, Foer decide entrar ilegalmente a una granja de pollos de la mano de una activista, y ahí comienza la historia.


3. Dominion. Este me lo compré hace poco y todavía no lo empiezo, pero ya la tapa me hace absoluto sentido. Según lo que he leído del libro, el tema es un poco más amplio que sólo el de la comida, ya que habla sobre el abuso animal en variados aspectos de la vida. Me parece que las corridas de toro, el rodeo y otras prácticas que buscan demostrar la superioridad del hombre por sobre los demás animales, han de ser asuntos tocados en este libro. Se hace mención a pasajes de la Biblia en cada uno de los capítulos (por lo que he visto en el índice) y muy probablemente Scully busca erradicar la creencia de que fue Dios mismo quien le otorgó al ser humano supremacía absoluta respecto de las otras criaturas de la Tierra, ya que sin duda ese acuerdo no incluía el tratarlos con crueldad ni como simple mercancía.

4. Why We Love Dogs, Eat Pigs and Wear Cows. Este libro me lo compré junto con el anterior, así que también es parte de la repisa por ahora. Me pareció interesante el título (algo como: Por qué amamos a los perros, comemos cerdos y nos vestimos con vacas) porque nos llama a hacer una distinción entre lo que es nuestra constitución biológica y nuestras elecciones filosóficas. ¿Por qué nos parece tan absurdo comer perro pero no nos cuestionamos la producción masiva de hamburguesas de cerdo, de pollo, de pavo? ¿Por qué nos espantamos ante un abrigo de piel de visón pero un par de zapatos hechos de piel de vaca son lo más normal del mundo? Estoy ansiosísima por leerlo.

Hay un video bien bueno que grafica super brevemente este tema y donde habla la misma autora. Acá se los dejo: 


25 dic 2012

LIBROS | Preconceito lingüístico


Se tantas pessoas inteligentes e cultas continuam achando que "não sabem português" ou que "português é muito difícil" é porque esta disciplina fascinante foi transformada numa "ciência esotérica", numa "doutrina cabalística" que somente alguns "iluminados" (os gramáticos tradicionalistas!) conseguem dominar completamente. Eles continuam insistindo em nos fazer decorar coisas que ninguém mais usa (fósseis gramaticais!), e a nos convencer de que só eles podem salvar a língua portuguesa da "decadência" e da "corrupção".


No fundo, a idéia de que "português é muito difícil" serve como mais um dos instrumentos de manutenção do status quo das classes sociais privilegiadas.

Se dizer Cráudia, praca, pranta é considerado "errado", e, por outro lado, dizer frouxo, escravo, branco, praga é considerado "certo", isso se deve simplesmente a uma questão que não é lingüística, mas social e política - as pessoas que dizem Cráudia, praca, pranta pertencem a uma classe social desprestigiada, marginalizada, que não tem acesso à educação formal e aos bens culturais da elite, e por isso a língua que elas falam sofre o mesmo preconceito que pesa sobre elas mesmas, ou seja, sua língua é considerada feia, pobre, carente, quando na verdade é apenas diferente da língua ensinada na escola.

Bagno, M. (1999): Preconceito Lingüístico. O que é, como se faz. São Paulo: Edições Loyola.

Pueden descargar este maravilloso libro aquí.
Mi traducción al castellano de este fragmento aquí.

14 mar 2011

LIBROS | Prejuicio lingüístico


Si tantas personas inteligentes y cultas continúan considerando que "no saben castellano" o que "el castellano es muy difícil" es porque esta disciplina fascinante fue transformada en una ciencia esotérica, en una doctrina cabalística que solamente algunos "iluminados" (¡los gramáticos tradicionalistas!) logran dominar por completo. Ellos siguen insistiendo en hacernos memorizar cosas que nadie más usa (fósiles gramaticales), y en convencernos de que sólo ellos pueden salvar la lengua española de la "decadencia" y la "corrupción". En el fondo, la idea de que "el castellano es muy difícil" sirve como otro instrumento más para mantener el status quo de las clases sociales privilegiadas.

Si decir chaleca o la calor es considerado errado eso se debe simplemente a una cuestión que no es lingüística, sino social y política - las personas que hablan así pertenecen a una clase social desprestigiada, marginada, que no tiene acceso a la educación formal y a los bienes culturales de la elite, y por eso la lengua que tales personas hablan sufre el mismo prejuicio que pesa sobre ellas mismas, o sea, su lengua es considerada fea, pobre, carente, cuando en verdad sólo es diferente de aquella que se enseña en la escuela.

Bagno, Marcos (1999): Preconceito Lingüístico. O que é, como se faz. São Paulo: Edições Loyola.
Traducción achilenada hecha por mí.

Pueden descargar este maravilloso libro aquí.
La versión en portugués (su idioma original) de este fragmento aquí.

22 jun 2010

LIBROS | Siútico



La palabra "roto" es una bala, un cuchillo; a veces inocua, otras dañina. Su origen más probable está en los militares rotosos -harapientos, desharrapados- de la guerra de Arauco.

(...)


El roto rara vez se reconoce a sí mismo. Casi siempre el "roto" es el otro, y que el otro lo sea significa que hay una distancia insalvable, una distancia de origen de la que no hay retorno, y que abre las puertas a un aspecto importante del arsenal de palabras que tiene que ver con disparar a mansalva. "Mi familia dejó de ir a El Quisco porque se llenó de rotos", indica una profesional en la treintena, titulada en una universidad confesional, lo que con frecuencia comunica una supuesta cuna privilegiada. Lo dice al pasar, una acotación a la hora de almuerzo, como advirtiéndoles a los demás comensales que ni ella ni los suyos pueden compartir un mismo espacio con el gentío que invadió el balneario de su infancia. Con ello establece que hubo un pasado mejor para el balneario, un pretérito de exclusividad al que ella y su familia accedieron. Un pasado de alta alcurnia de El Quisco, del que el resto de los chilenos no nos enteramos. El disparo en ese caso es de fogueo, solo una señal. Errada, por cierto, y nadie se atreve a comentarla, porque en la mesa se instala un ambiente de tensión que es como la angustia que precede a la vergüenza ajena.

El ejercicio de "rotear" no tiene más objetivo que distanciarse, que crear la fantasía de que en algún momento ese balneario fue un lugar resguardado de una tribu a la que ni ella ni su familia pertenecían. Aquí surge una arista interesante. El roteo suele ser un arma entre aquellos que se sienten amenazados, bajo sospecha; aquellos que, estando en medio -el mediopelo-, buscan elevar su condición, al menos discursivamente. Quienes rotean saben que hay un algo que los sitúa demasiado cercanos al umbral en donde el respeto se pierde. Así que, antes de ser confundido con uno, mejor señalar a otros. La mujer dice: "Yo no soy una rota, estoy por encima de eso, soy mejor". Pero todo ese esfuerzo se desploma cuando se enfrenta a una máxima acuñada por el grupo al que quisiera pertenecer, y que sentencia que "rotear es de rotos".


Contardo, Óscar. (2009): Siútico: arribismo, abajismo y vida social en Chile. Santiago: Ediciones B, Grupo Zeta.

Janiamjoum!